Acerca de la Malaria
La malaria o paludismo es una enfermedad producida por un grupo de parásitos del género Plasmodium, transmitidos por la picadura de las hembras de mosquito del género Anopheles. Generalmente se manifiesta principalmente con fiebres intermitentes, dolores de cabeza y musculares, diarrea y decaimiento. De las cuatro especies de parásitos de malaria, es el Plasmodium falciparum el que suele causar las formas graves de la enfermedad.
La malaria amenaza a más del cuarenta por ciento de la población mundial .Se estima que cada año suceden alrededor de 250 millones de casos de malaria y cerca de 650.000 muertes, en su mayoría niños y mujeres embarazadas. Por ejemplo, en África, un niño menor de 5 años muere cada minuto.
La malaria está íntimamente ligada a la pobreza y está considerada una de las principales causas del subdesarrollo de África. Junto con el sida y la tuberculosis, es uno de los tres más importantes retos de salud pública tal y como se recoge en los objetivos del milenio.
El control de la malaria requiere del acceso al diagnóstico y al tratamiento, la educación sanitaria y la promoción y apoyo a las medidas de protección, como los mosquiteras tratadas con insecticida. A su vez, la promesa de una vacuna, aunque sólo tenga una eficacia parcial, parece más cercana que nunca.
El Prat de Llobregat, debido al agua estancada y los mosquitos, sufría muchas epidemias de paludismo, ya documentadas desde el siglo XIV. En el año 1560 el rector de la catedral de Barcelona y los prohombres del Prat acordaron acogerse bajo la protección de San Cosme y San Damián, los Santos Médicos, con la esperanza que esta veneración los libraría de la malaria. Con los siglos la situación no mejoraba, el número de muertes aumentaba, y al Prat se le conocía cómo “el pueblo de las fiebres”. En los años 40, durante la posguerra, todavía se registrarían casos de la que ha sido la enfermedad endémica más terrible del delta del Llobregat.
Antiguamente se creyó que una epidemia de paludismo se extinguió debido a la intercesión de los santos médicos y la parroquia del Prat decidió que fueran los copatrones del Prat, celebrando su única Fiesta Mayor oficial en su fecha, el 26 de septiembre.
Las mosquiteras impregnadas con insecticida
La mayoría de los mosquitos que transmiten la malaria pican de noche. Las mosquiteras, si se utilizan y mantienen correctamente, pueden proporcionar una barrera física a los hambrientos mosquitos. Si además está tratada con insecticida, su eficacia aumenta notablemente, generando un halo químico que se extiende más allá de la propia tela mosquitera. Esto tiende a repeler o a disuadir a los mosquitos de picar o acortar su vida de modo que no pueda transmitir la infección.
En algunas áreas donde están ya se utilizan ampliamente las mosquiteras, se ha estimado que menos del 5% han sido reimpregnadas y por lo tanto no alcanzan la efectividad esperada. Este hecho hace patente la importancia de la educación y del trabajo conjunto con la comunidad local. Sin embargo, la mejor esperanza surge a partir de las mosquiteras con impregnaciones de larga duración desarrolladas recientemente, que pueden conservar sus características insecticidas durante cuatro o cinco años.
Concretamente las numerosas mosquiteras que desde ASM hemos repartido gratuitamente son mosquiteras de cama de forma circular, en varios colores, hechas de poliester 100% e impregnadas con Deltamethrin.
La artemisa o ajenjo chino es una planta cuyas propiedades antimalàricas se conocen desde hace más de 1500 años pero que no fue hasta los años 70 que se demostró bajo un riguroso método científico. El componente activo principal del ajenjo es la artemisinina que ha demostrado una rápida actividad antimalaria.